El Bag-In-Box® como envase: los materiales, su control y ventajas
El Bag-In-Box® ha experimentado una notable evolución: de ser un recipiente utilizado principalmente para vinos de calidades económicas, ha pasado a ser adoptado también para vinos de mayor precio. Este formato se ha popularizado en países de alto poder adquisitivo y en segmentos de mercado con un determinado modelo de consumo.
Materiales presentes en el Bag-In-Box
Para comprender mejor este envase, exploremos los materiales que lo componen:
- Films: Una bolsa de Bag-In-Box está compuesta por tres elementos. Los films, que suelen ser dos por cada cara (y hasta tres para bolsas de alta capacidad), desempeñan un papel crucial. El film más interno, en contacto directo con el vino, suele estar hecho de polietileno. El film exterior es más complejo y puede ser metalizado con barrera de poliéster o transparente con barrera de Etileno-Vinil-Alcohol (EVOH). Este último protege al vino del oxígeno ambiental.
- Gollete: El gollete es una pieza de plástico rígido (polietileno) que va soldada a los films en una de las caras de la bolsa. Es la parte por la cual se inserta el grifo.
- Grifo dispensador: El grifo se ensambla a partir de varias piezas de distintos materiales, como polietileno, polipropileno y elastómero.
Control y calidad
El Bag-In-Box lleva décadas en el mercado con un importante control de calidad previo y preventivo.
En resumen, el Bag-In-Box es una alternativa sostenible que mantiene el vino fresco y protegido de la oxidación. Su adopción ha sido un paso importante en la industria vinícola.
¿Cuáles son las ventajas del Bag-In-Box?
El Bag-In-Box presenta varias ventajas interesantes:
- Conservación del Vino: El Bag-In-Box mantiene el vino fresco durante más tiempo. La bolsa interior está sellada herméticamente, lo que evita la oxidación y la entrada de aire. Esto es especialmente beneficioso para vinos que se consumen gradualmente.
- Economía y Eficiencia: El formato Bag-In-Box es más económico en términos de producción y transporte. Las bolsas son ligeras y ocupan menos espacio que las botellas tradicionales. Además, al no haber vidrio, se reduce el riesgo de roturas.
- Sostenibilidad: El Bag-In-Box genera menos residuos que las botellas de vidrio. Las bolsas son reciclables y ocupan menos espacio en los contenedores de reciclaje.
- Facilidad de Uso: El grifo dispensador permite servir el vino de manera cómoda y precisa. No es necesario descorchar ni preocuparse por el corcho.
- Durabilidad: El Bag-In-Box es resistente y puede soportar condiciones adversas, como golpes o cambios de temperatura.
En resumen, el Bag-In-Box es una opción práctica y sostenible para el envasado de vino, especialmente en situaciones donde se busca comodidad y conservación prolongada.
Cómo se debe conservar el vino en bag in box
El vino en un Bag-In-Box tiene una buena durabilidad gracias a su diseño hermético y protegido de la oxidación. Aquí hay algunas consideraciones sobre su conservación:
- Tiempo de Conservación: En general, el vino en un Bag-In-Box puede mantenerse fresco y sabroso durante varias semanas o incluso meses después de abrirlo. Esto se debe a que la bolsa interior está sellada al vacío, lo que evita la entrada de oxígeno y la oxidación del vino.
- Factores que Influyen:
- Almacenamiento: Guarda el Bag-In-Box en un lugar fresco y oscuro para prolongar su vida útil.
- Temperatura: Evita cambios bruscos de temperatura, ya que pueden afectar la calidad del vino.
- Exposición al Aire: Asegúrate de que el grifo esté bien cerrado para evitar la entrada de aire.
- Variedad de Vino: La duración específica puede variar según el tipo de vino. Los vinos tintos y blancos suelen mantenerse mejor que los vinos espumosos o dulces.
En resumen, si almacenas y manejas correctamente el Bag-In-Box, podrás disfrutar de su contenido durante un período prolongado sin preocuparte por la degradación prematura del vino.