Soy vitivinicultor de naturaleza, criado bajo el abrigo de un manto verde de hojas de cepa. ¡Vetustas vides! que en el viñedo, ya desde entonces, recuerdo viejas. De una madera de ásperas fibras, sólida y dura como las piedras. De tallos gruesos y enrevesados, largos sarmientos y el fruto amado. César Piñeiro Álvarez